19.08.2021 | Tendencias del sector químico
¿Qué son los engobes cerámicos y cuáles son las fórmulas para su elaboración?
La historia de los engobes cerámicos va más allá de lo que imaginas. Los artesanos griegos, romanos y persas ya utilizaban esta técnica para embellecer sus vasijas y fuentes. Los años han pasado y la alfarería ha dado paso a la producción industrial de piezas cerámicas con formas y colores inimaginables. No obstante, el engobe sigue siendo un recurso indispensable para los fabricantes de cerámica. En este artículo te explicamos por qué son necesarios los engobes cerámicos y qué debes tener en cuenta a la hora de elaborar y aplicar un engobe.
¿Qué son los engobes cerámicos?
Simplificándolo, un engobe no es más que una suspensión de arcillas y materiales no plásticos en agua. Esta mezcla se coloca sobre el soporte cerámico crudo, actuando como interfase entre éste y el esmalte que se aplicará sobre él.
Parece fácil, pero no te dejes engañar. Como explicamos más abajo, la fórmula de los engobes cerámicos debe estudiarse con atención para que todos los componentes actúen en consonancia y, de este modo, el engobe cumpla correctamente con su función.
¿Para qué se usan los engobes cerámicos?
Si el uso de los engobes cerámicos sigue estando tan extendido en la actualidad es porque dota a las piezas cerámicas de algunas propiedades muy deseadas.
Como ya se ha dicho, el material cerámico en crudo se envuelve con una capa de engobe, de modo que se aísla del resto de productos que se apliquen a continuación. Esto es especialmente importante en el caso de utilizar esmaltes porque, debido a su composición química, sin engobe el esmalte y el soporte cerámico podrían repelerse. Esta situación se soluciona con la aplicación de una capa de engobe, que facilita la adhesión del soporte al esmalte en la impresión digital cerámica.
Por otro lado, los engobes cerámicos sirven para dar opacidad y colorear las piezas. Los más utilizados son los engobes blancos, ya que así el material se convierte en un lienzo perfecto que decorar con esmaltes y tintas de impresión digital.
Más allá de esto, los engobes cerámicos también ayudan a evitar defectos de aplicación, como la aparición de grietas, desconchado, etc. Cubren el soporte cerámico, impermeabilizando y homogenizando su superficie, mejorando de esta forma la calidad de la pieza.
Para terminar, también hay que mencionar el engobe de costilla, que cumple una función diferente. Este tipo de engobe consiste en una capa muy fina que se aplica sobre el reverso de las piezas cerámicas durante el proceso de cocción y sirve para proteger tanto a la pieza como al propio horno.
Fórmulas de elaboración de engobes cerámicos
Si quieres obtener los mejores resultados, no debes tomarte a la ligera la fórmula de elaboración de los engobes cerámicos. Cada uno de sus componentes cumple una función determinada, por lo que tienen que estudiarse detenidamente y elegir siempre materias primas y aditivos de calidad.
Para empezar, la composición básica de un engobe cerámico es:
- Materiales plásticos. Se usan arcillas y en menor medida caolines. Aportan plasticidad y afinidad por el soporte, por lo que suelen ser decisivos en el tono del engobe.
- Materiales desengrasantes.
- Fritas. Contribuyen decisivamente a regular características tan importantes como la fundencia, la blancura o la dilatación térmica. Para que el engobe sea de color blanco se suele incluir silicato de circonio
- Otros materiales desengrasantes. Son habituales el cuarzo, feldespato, nefelina, etc. Equilibran las características fisicoquímicas del resto de componentes para obtener la composición química y las características deseadas.
Como ves, la composición de los engobes cerámicos se parece a la de los esmaltes. La mayor diferencia es que el engobe tiene un mayor porcentaje de componentes plásticos que el esmalte.
Aparte de estos componentes básicos, es muy recomendable usar aditivos cerámicos para mejorar las propiedades del engobe.
Si hay un aditivo imprescindible en todas las fórmulas de elaboración de engobes cerámicos estos son los defloculantes. Sirven para dispersar las partículas principalmente, reduciendo la viscosidad de los engobes. De este modo, permite aumentar el contenido de sólidos. Un menor contenido en agua ayuda a reducir la contracción de húmedo a seco del engobe, además de suponer un gran ahorro tanto energético como económico, contribuyendo así a minimizar el impacto medioambiental.
En el mercado hay diferentes tipos de defloculantes aptos para cualquier aplicación, desde baldosas a sanitario, vajilla, etc. En la elaboración de los engobes cerámicos se suelen utilizar tanto defloculantes sólidos como líquidos. Los sólidos son más frecuentes al inicio de la preparación porque se añaden en la molturación junto con el agua. En cambio, después de la molturación se utilizan defloculantes líquidos con tal de dispersarlos con facilidad y que actúen inmediatamente.
También se recomienda añadir ligantes temporales, especialmente CMC (carboximetilcelulosa). Estos aditivos estabilizan la suspensión, de modo que evitan cualquier tipo de sedimentación además de otros defectos.
Tanto la elección de los aditivos cerámicos como de su dosis debe hacerse mediante un estudio previo y personalizado. Así nos aseguramos de sacarles el máximo partido y optimizar el proceso productivo. Por esta razón, desde Zschimmer & Schwarz recomendamos contactar con nuestro equipo técnico para que evalúe tus necesidades concretas y desarrolle un producto a medida para ti.