21.10.2020 | Desmintiendo mitos
Quimiofobia y bulos sobre el coronavirus: antivacunas, mascarillas que asfixian y virus que no existen
A la hora de salir de esta crisis sanitaria, la química debería ser nuestra mayor aliada. Gracias a ella contamos con productos químicos que nos ayudan a protegernos y a combatir la enfermedad. Sin ir más lejos, el arma más efectiva para luchar contra el coronavirus no son más que compuestos químicos muy básicos y de larga trayectoria: el jabón, el alcohol y la lejía. Y esperamos como agua de mayo esa vacuna que nos libre de la COVID-19. Claramente la química es indispensable para frenar la pandemia. Sin embargo, cada día escuchamos más bulos sobre el coronavirus que, fomentando la quimiofobia, no hacen más que entorpecer el trabajo de científicos y sanitarios y poner en peligro a la población.
¿Qué es la quimiofobia y por qué dificulta la lucha contra el coronavirus?
Si eres asiduo a nuestro blog, seguro que más de una vez nos has escuchado hablar sobre la quimiofobia. Se trata de un miedo desproporcionado e irracional hacia los productos químicos y, en general, hacia todo lo que tenga que ver con la química. La quimiofobia nos hace pensar que todo lo natural es bueno mientras que todo lo que tenga origen artificial es automáticamente dañino.
La quimiofobia se ve alimentada por la falta de información contrastada y de conocimiento científico. Cuando lo desconocido y temido, como el coronavirus, aparece en un contexto de desinformación, bulos y marketing del miedo se crea un caldo de cultivo ideal para la quimiofobia.
Sin embargo, científicamente ir en contra de la química no tiene ningún sentido. Como ya te explicamos en este artículo, si algo nos va a sacar de esta crisis es la química. Solo tenemos que echar un vistazo a nuestra historia para darnos cuenta de que la investigación científica y los avances químicos han sido los causantes del gran aumento de la esperanza de vida que hemos vivido en los dos últimos siglos. Gracias a la química, hemos mejorado la producción agrícola y la calidad y seguridad de los alimentos, hemos desarrollado nuevos materiales aplicables a una gran variedad de industrias y, lo más relevante en el contexto actual, hemos creado fármacos para luchar de forma efectiva contra las enfermedades.
Sin duda, la química es esencial en nuestras vidas y sobre todo durante una crisis sanitaria. Esperaríamos que esto frenara los pies a la quimiofobia, pero desgraciadamente los bulos sobre el coronavirus solo hacen que alimentarla.
Desmintiendo bulos sobre el coronavirus
Las vacunas salvan vidas
Uno de los bulos más peligrosos sobre el coronavirus es el movimiento antivacunas. A lo largo de la historia, las vacunas han salvado millones de vidas, logrando incluso eliminar un gran número de enfermedades, pero actualmente está surgiendo un miedo hacia ellas, muchas veces alentado por famosos y medios de comunicación.
Corren bulos sobre microchips, métodos de control mental y otros despropósitos sin ninguna base científica. Sin embargo, las vacunas son seguras y el riesgo de que provoquen efectos secundarios graves, comparándolo con el beneficio que producen, es desdeñable. Ten en cuenta que para que una vacuna salga al mercado ha tenido que pasar controles muy estrictos y superar exigentes ensayos clínicos. De ahí que en un contexto de urgencia como el actual tardemos en encontrar la vacuna adecuada.
Los bulos sobre las vacunas son aún mas graves si tenemos en cuenta que no se dirigen únicamente a la vacuna contra el coronavirus. También escuchamos ataques hacia la vacuna de la gripe, con la que tantos años convivimos. No obstante, este año vacunarse contra la gripe es aún más importante. No podemos saturar el sistema de salud con enfermos de gripe, fácilmente prevenible, para que se pueda atender correctamente a los pacientes de COVID-19.
En conclusión, vacunarse no solamente nos protege a nosotros mismos de contraer una enfermedad. También protege a los demás rompiendo la cadena de transmisión del virus: cuanta más personas se hayan vacunado, más difícil lo tienen las enfermedades.
Las mascarillas funcionan contra el coronavirus
Muchas veces escuchamos que llevar mascarilla muchas horas impide que la respiración se realice de forma idónea y que nos va ahogando poco a poco pero estas afirmaciones están muy lejos de la realidad. Para explicarlo nos remitimos al tamaño de partícula: mientras que un coronavirus mide 100 nanómetros de diámetro, una molécula de CO2 mide 0,33 nanómetros. Y, por supuesto, el diseño de las mascarillas tiene esto en cuenta. Por eso sus poros son lo suficientemente grandes para que entren y salgan los gases pero no tanto como para que lo hagan los virus. Por lo tanto, puedes estar tranquilo: al dióxido de carbono le sobra espacio para atravesar tranquilamente la mascarilla.
Otra cuestión respecto al uso de las mascarillas es si son realmente efectivas. Hay mucha confusión entre la población ya que al inicio de la pandemia la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendaba su uso únicamente a profesionales de la salud y personas de riesgo. Sin embargo, conforme pasaba el tiempo y aprendíamos más sobre el coronavirus las recomendaciones cambiaron y las autoridades sanitarias pedían que todos los ciudadanos llevaran mascarillas, llegando a ser incluso de uso obligatorio.
Ahora se ha demostrado que la mascarilla, al filtrar el aire que exhalamos, evita que las partículas del virus lleguen a los demás o se depositen en superficies. Por lo tanto, es una medida de protección efectiva que, no obstante, no nos hace inmunes al virus. Debemos utilizar la mascarilla de forma adecuada y no dejar de lado las otras medidas recomendadas como el lavado de manos y la distancia social.
El coronavirus no es mentira
Para terminar, otro de los bulos más extendidos y paradójicamente con más evidencia de su falsedad es que el virus SARS-CoV-2 no existe. La OMS ha registrado más de 40 millones de contagios por este coronavirus y las muertes ya superan el millón de personas, pero si los datos no te convencen, existe una prueba directa de la existencia del coronavirus: cada día se hacen miles de test PCR alrededor del mundo y estos se basan en la detección del material genético del virus. Además, hace tiempo que se conoce la existencia de los coronavirus e incluso se pueden ver imágenes del virus en sí.
Aunque nos gustaría que no fuera así, es innegable que la pandemia continúa y que la situación sigue siendo preocupante, especialmente en América Latina, la India y Europa.
¿Cómo luchar contra los bulos del coronavirus y la quimiofobia?
Como puedes ver, los bulos contra el coronavirus se suceden y muchos ponen en el punto de mira a la química, a pesar de que la ciencia es precisamente el camino de salida de esta crisis. Por todo ello, creemos que es necesario promover la divulgación científica y una educación de calidad para que todos podamos juzgar con criterio, basándonos en argumentos científicos, y no ser un blanco fácil para los promotores de bulos.
Para luchar contra la quimiofobia, necesitamos informar y divulgar la química de un modo comprensible y abierto a toda la sociedad. Al fin y al cabo, y como dice Ralph A. Burns en el libro Fundamentos de Química, “todo lo que puedes tocar, ver u oler contiene una o más sustancias químicas”. Vivimos gracias a los procesos químicos que se desarrollan en nuestro cuerpo y es una pena que una ciencia tan bonita y tan necesaria tenga una fama tan cruel como desmerecida.