¿Qué tiene que ver la alergia primaveral con la química? Síntomas y consejos para combatirla

Con la llegada de la primavera, suben las temperaturas, la gente sale más a la calle y se llenan las terrazas. Pero, esta estación no solo trae cosas buenas. Para muchos la primavera es sinónimo de astenia y, entre sus patologías, destacamos las alergias. A diferencia del resto de síntomas, esta suele perdurar más tiempo. En este artículo te explicaremos cómo combatir la alergia primaveral y aprenderemos a distinguir sus síntomas y causas.

¿Qué es la alergia primaveral y por qué se produce?

La alergia es una respuesta de nuestro sistema inmunitario ante la identificación de un agente externo extraño,  que conocemos como los alérgenos. A pesar de este nombre genérico, los alérgenos pueden ser muy variados: desde el polen al veneno de las abejas o los ácaros del polvo, entre otros.

Como hemos comentado, hay diferentes tipos de alérgenos. Su capacidad para causar una reacción alérgica está determinada por varios factores. Por ejemplo, su tamaño y solubilidad, su parecido a otros alérgenos o el tiempo que hemos estado expuestos al alérgeno y su concentración.

Curiosamente, muchas veces los alérgenos son inofensivos pero, al no reconocerlas, nuestro organismo se pone en alerta, provocando la reacción alérgica.En el caso de la alergia primaveral, esta tiene lugar cuando el sistema inmune identifica al polen como enemigo y, para proteger al organismo, reacciona liberando histamina, una sustancia química que causa los síntomas habituales que sufren las personas alérgicas.

Síntomas de la alergia primaveral

Según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) alrededor de ocho millones de españoles sufren alergia al polen y experimentan síntomas en primavera.

La alergia primaveral se suele manifestar con síntomas muy variados, ya que afectan a diferentes partes de nuestro cuerpo como los ojos, la nariz, los pulmones o la garganta. Conjuntivitis, picores en el paladar, nariz y garganta, congestión nasal, estornudos y asma alérgico, es decir, una reacción inflamatoria que se produce en los bronquios, suelen ser los síntomas más comunes.

Normalmente, cuando los alérgenos están en el aire, como ocurre con el polen, entran en el pulmón y producen problemas respiratorios. Además, también pueden provocar conjuntivitis al entrar en contacto con los ojos.

¿Cuánto dura la alergia primaveral?

La alergia al polen aparece principalmente en los meses de primavera, sobre todo de marzo a junio o a veces incluso en julio. Sin embargo, debido a la variedad climática y geográfica española la duración de los síntomas de la alergia primaveral se puede prolongar o acortar.

Además, el 80% de las personas alérgicas tienen alergia a más de un alérgeno. Los causantes más comunes de la alergia primaveral son:

• Alergia primaveral: las gramíneas

Dentro de esta familia de plantas encontramos el trigo, el centeno, el arroz, el maíz y la cebada y, debido a su importancia en la alimentación, son muy frecuentes en toda Europa. Es por ello que, de todos los pólenes, este es el que posee mayor capacidad alérgica. A esto se suma que cada planta florece en momentos diferentes, haciendo que se pueda producir la alergia durante todo el año. Aun así, se percibe un auge de los síntomas de la alergia primaveral durante los meses de mayo, junio y julio.

El pólen de las gramíneas, al ser tan pequeño, viaja fácilmente a través del aire.  Por este motivo, puede ocurrir que el origen de la alergia se encuentre a kilómetros de distancia.

• Alergia primaveral: los árboles

En España los árboles que más alergia primaveral provocan son el plátano de sombra, el ciprés y el olivo. Este último afecta sobre todo al sur de España, como Jaén, Córdoba o Granada, donde podemos encontrar áreas extensas de olivares. Pero, al igual que ocurre con el pólen de las gramíneas, al tratarse de partículas microscópicas se desplazan muchos kilómetros con el viento.

En este caso, los meses con niveles más abundantes de pólenes son marzo y abril.

La alergia primaveral y el cambio climático

El cambio climático afecta al calendario polínico de las plantas, y provoca cambios en los síntomas de la alergia primaveral y su duración.

Además, el aumento de temperaturas y la ausencia de lluvias dan lugar a un aumento de los niveles de contaminación en las ciudades.

La contaminación ambiental puede favorecer la aparición de síntomas de la alergia primaveral. Uno de los motivos es la adhesión de las partículas de diésel a los granos de polen en suspensión, de forma que actúan como transportadores. Como resultado, aumenta el efecto tóxico en nuestro organismo, incrementa la inflamación y facilita la entrada de los alérgenos.

Otro motivo es la reacción defensiva de las plantas frente a las partículas de diésel, haciendo que generen otras proteínas denominadas “proteínas de estrés», que producen mayores síntomas de la alergia primaveral.

¿Cómo combatir las alergias de primavera?

La Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica ha proporcionado algunos consejos para poder combatir las alergias de primavera.

Uno de los consejos para la alergia primaveral es consultar los niveles de polen, a ser posible, con aplicaciones avaladas por SEAIC.En caso de altas concentraciones, es recomendable evitar salir al aire libre. También se aconseja cerrar las ventanas de casa y aprovechar el mediodía, momento en el que la polinización disminuye, para ventilar la vivienda entre 5 o 10 minutos.

Otra recomendación es ir con las ventanillas subidas cuando viajemos en coche. De este modo, evitamos que entre el polen del exterior.

Por último, es preferible utilizar gafas de sol y mascarilla cuando estemos al aire libre durante los días con alta polinización e incluso ducharse y cambiarse de ropa al llegar a casa.

Como hemos visto, no hace falta encontrarse en un laboratorio para estar en contacto con la química. Y, es que una vez más esta está presente en nuestro día a día e incluso en nuestro sistema inmune.