Qué son los emolientes: tipos, características y beneficios

¿Cómo elegir el emoliente cosmético más adecuado para tu fórmula? La gran cantidad de funciones que cumplen los emolientes hacen que una elección equivocada afecte negativamente a la experiencia sensorial del cosmético. Conscientes de este reto, hemos redactado un artículo para ayudarte a elegir los mejores emolientes para cada tipo de formulación. Para ello, explicaremos qué es un emoliente cosmético, cuáles son sus funciones y cómo se clasifican según su textura, consistencia y absorción.

¿Qué es un emoliente en cosmética?

Los emolientes son ingredientes clave en las fórmulas cosméticas por su capacidad para suavizar, hidratar y proteger la piel. Su principal función es formar una capa protectora sobre la superficie de la piel, ayudando a retener la humedad y a mantenerla flexible y suave. Los emolientes cosméticos logran este efecto rellenando los espacios entre las células de la piel y restaurando la barrera lipídica. Así contribuyen a prevenir la sequedad, la irritación y el envejecimiento prematuro. Por este motivo, encontraremos estos ingredientes tan versátiles en una amplia variedad de productos, desde geles y champús, hasta cremas, maquillaje y protectores solares.

Una correcta elección del emoliente en cosmética implica una mejor experiencia sensorial del consumidor. Principalmente porque permite al formulador modular la textura y otras propiedades de la fórmula.

A lo largo del artículo, exploraremos detalladamente los diversos tipos de emolientes, que varían según sus parámetros de lubricidad y sus tiempos de absorción. Además, también veremos que, aunque todos los emolientes tienen la capacidad de lubricar y suavizar la piel, existen otros emolientes con funciones “extra” que aportan beneficios especiales a la piel. Los llamamos emolientes funcionales. Te los presentamos al final del artículo.

Beneficios de los emolientes cosméticos

Incorporar emolientes en una formulación cosmética contribuye a una mejor sensorialidad del producto. Como mencionamos, los emolientes influyen en la reparación de la membrana lipídica de la piel y a prevenir la pérdida de agua transepidérmica, lo que resulta en una piel más hidratada, con mayor sedosidad y flexibilidad. Con la combinación adecuada de emolientes, el formulador puede maximizar estos beneficios durante la aplicación del cosmético, ajustando factores como el tiempo de actuación, la facilidad de aplicación y la viscosidad.

Usos de los emolientes

Los emolientes son esenciales en la formulación de cualquier producto cosmético debido a sus numerosas funciones. Sin embargo, es importante tener en cuenta que no todos los emolientes van a repercutir de la misma manera en la fórmula cosmética.

Por ejemplo, la formulación de un producto facial requiere un emoliente que tenga una absorción más rápida, mientras que en un producto corporal suele preferirse una sensación de hidratación más duradera, decantándonos por un emoliente menos ligero. En el caso de los protectores solares, cuando se emplean filtros inorgánicos, minerales o también conocidos como físicos, se emplean emolientes que favorezcan la dispersión de estos filtros para evitar el acabado blanquecino sobre la piel.

Emolientes funcionales: ¿de qué se trata?

Una de las tendencias de 2024 es la demanda de productos multifuncionales por parte de los consumidores. Cada vez más, buscan eficacia y versatilidad en los productos que eligen y esto se refleja en los ingredientes que componen las fórmulas cosméticas.

Es por ello que estamos viendo un aumento de la demanda de emolientes que no solo suavizan y reparan la barrera lipídica de la piel, sino que aportan beneficios adicionales. Por ejemplo, existen emolientes que proporcionan hidratación extra, otros que actúan como potenciadores del factor de protección solar u otros que mejoran el nivel de acondicionamiento del cabello.

Nuestros emolientes funcionales

En nuestra cartera de productos, ofrecemos variedad de emolientes cosméticos funcionales para satisfacer las necesidades del consumidor:

• ZETEMOL OSB con INCI Diethylhexyl Sebacate. Este emoliente funcional no solo mejora la textura y sensorialidad de la fórmula, sino que también actúa como booster del SPF al dispersar los filtros inorgánicos y solubilizar los filtros orgánicos, proporcionado una textura ligera y acabado mate en la piel. Podemos decir que este emoliente cosmético favorece la protección de la piel.
• ZETEMOL 512 – RSPO MB, con INCI Isoamyl Laurate, ofrece una hidratación elevada durante una larga duración y aporta brillo a la piel, en comparación con muchos otros emolientes. Además, aporta una rápida absorción a la fórmula. De hecho, en este artículo lo analizamos como un sustituto a las siliconas volátiles. Este emoliente se utiliza tanto en productos de maquillaje como de cuidado de la piel, ofreciendo una versatilidad excepcional.
• ZETEMOL MM – RSPO MB, con INCI Myristyl Myristate, y ZETEMOL AL – RSPO MB, con INCI Myristyl Lactate. Ambos ofrecen un poder acondicionador notable en comparación con otros emolientes y aumentan la viscosidad de la fórmula, lo que contribuye a una mejor aplicación y distribución del producto. En el caso del ZETEMOL MM – RSPO MB es utilizado para formular cremas y mascarillas. En cambio el ZETEMOL AL RSPO MB se incluye en productos rinse-off.
• ZETEMOL 2IS, con INCI Isostearyl Isostearate, promueve una adecuada organización ortorrómbica de los lípidos cutáneos, lo que contribuye a reducir la pérdida de agua transepidérmica. Podemos atribuirle un efecto barrera y potenciador de la hidratación de la piel.

Otros emolientes cosméticos

Una forma común de clasificar los emolientes es según su textura, consistencia y absorción. De esta forma, identificamos dos grupos:

Emolientes ligeros

Los emolientes ligeros se caracterizan por una rápida absorción, por lo que evitan la sensación de pegajosidad que persiste en el tiempo. Uno de los aspectos que distingue a este tipo de emoliente frente al resto es su baja lubricidad, lo que significa que el emoliente ayuda a que el cosmético se deslice fácilmente sobre la piel. En nuestra gama de productos encontrarás gran variedad de emolientes ligeros como el ZETEMOL 99 (Isononyl Isononanoate) o el ZETEMOL 512 RSPO MB (Isoamyl Laurate).

Estos emolientes se suelen utilizar en productos destinados a pieles grasas o para aquellas zonas del cuerpo donde se quiera evitar la sensación aceitosa, como la cara.

¿Significa esto que todos los emolientes ligeros están destinados a productos para pieles grasas o cosméticos faciales? Muchos podrían pensar así. Sin embargo, es importante recordar que una fórmula cosmética está compuesta por una combinación de ingredientes y encontrar el equilibrio perfecto es el quid de la cuestión. Por ejemplo, puede que necesites incorporar un emoliente ligero en tu fórmula cosmética para pieles secas, con el fin de balancear la fase oleosa de la emulsión.

Emolientes pesados

Por otro lado, nos encontramos con los emolientes pesados, cuya característica principal es su absorción moderada o incluso baja, lo que garantiza una aplicación más rica y duradera. Además, su lubricidad tiende a ser media-alta, como es el caso del ZETEMOL 5418 (Pentaerythrityl Tetraisostearate)  o el ZETEMOL 2IS (Isostearyl Isostearate).

Estos ingredientes son mayormente utilizados para formular productos para pieles secas, ya que estas requieren una hidratación intensa y duradera. Sin embargo, al igual que los emolientes cosméticos ligeros, su aplicación no se limita exclusivamente a este tipo de piel. Es esencial estudiar la fórmula en su totalidad para comprender los resultados.

Como puedes ver, la amplia variedad de emolientes cosméticos permite que todo formulador obtenga los resultados deseados en su producto cosmético. Rellena el formulario y nos pondremos en contacto contigo para asesorarte en el proceso de elección de tu emoliente.