15.03.2022 | Wikímica
¿Qué es el cloruro de sodio? Fórmula, usos y mitos sobre este compuesto químico
El cloruro de sodio, más conocido como sal común, ha tenido un valor importante a lo largo de la historia. Durante el imperio romano llegó incluso a usarse como moneda y actualmente destaca su presencia en la gastronomía a nivel mundial. En este artículo te explicaremos qué es el cloruro de sodio y para qué sirve. Además, conoceremos algunos de los usos más curiosos de este elemento químico y te daremos algunos consejos para disminuir su presencia en la alimentación.
Cloruro de sodio: fórmula y propiedades
El cloruro de sodio, con fórmula NaCl, es un compuesto iónico. En otras palabras, los átomos que lo forman se enlazan mediante la transferencia de electrones. Concretamente, el sodio (Na) solo tiene un electrón en su capa más externa y lo pierde con facilidad. En cambio, el cloro (Cl) cuenta con siete electrones en su capa más externa, por lo que tiende a ganar electrones para completar su capa de valencia.
Esto ocurre porque, como dice la regla del octeto, la mayoría de los átomos son más estables cuando tienen ocho electrones en su última capa, la de valencia. Por este motivo, el sodio transfiere su electrón sobrante al cloro y, de este modo, ambos elementos alcanzan la estabilidad formando el compuesto que conocemos como cloruro de sodio.
Algunas de las propiedades más reconocibles de los compuestos iónicos como el cloruro de sodio es que se disuelven en agua y son buenos conductores de la electricidad cuando se encuentran en estado líquido. Sin embargo, llama la atención que el cloruro de sodio es muy poco soluble en el resto de líquidos. Además, el cloruro de sodio no tiene olor, pero sí sabor.
Cloruro de sodio: ¿para qué sirve y por qué es tan importante?
Uno de los usos más conocidos del cloruro de sodio es sazonar y conservar los alimentos. Además, un consumo moderado de este elemento químico proporciona múltiples beneficios para nuestro organismo.
De hecho, el cloruro de sodio es un mineral necesario para el funcionamiento de nuestro sistema inmune. También nos ayuda a mantener el equilibrio de líquidos corporales e incluso a regular el ritmo cardíaco. Por otro lado, el cloruro sodio también es necesario para garantizar el correcto desempeño de los músculos y del sistema nervioso.
Pero, ¿cuánto cloruro de sodio se aconseja consumir?
El cloruro de sodio está presente en la mayoría de los alimentos, en mayor o menor porcentaje. Como ocurre con cualquier otro nutriente, la falta de cloruro de sodio puede ocasionar efectos a corto y largo plazo. Los síntomas más comunes son la falta de energía, mareos, alteraciones en los impulsos nerviosos y deshidratación.
Sin embargo, su abuso puede llegar a ser perjudicial para el sistema cardiovascular, provocando hipertensión o retención de líquidos y, en casos más graves, enfermedades renales o cardiovasculares. Por ello, se debe de consumir el cloruro de sodio de forma moderada y no abusar de la sal de mesa.
Respecto a la cantidad máxima diaria de cloruro de sodio, la Organización Mundial de la Salud recomiendo una ingesta diaria de 5 gramos de sal. A pesar de ello, un estudio realizado por el Departamento de Nutrición de la Facultad de Farmacia De La Universidad Complutense de Madrid desveló que el consumo medio de sal de los españoles es de 9,8 gramos diarios, por lo que se duplica la cantidad recomendada.
Cloruro de sodio: usos más allá de la cocina
Además del ámbito gastronómico, el cloruro de sodio se utiliza en muchos sectores. Por ejemplo, en los hospitales es suministrado a los pacientes que sufren de deshidratación. O, en un ámbito totalmente diferente, incluso se utiliza para descongelar carreteras porque impide que las moléculas de agua formen cristales de hielo sólidos.
También el sector de la cosmética y la limpieza se beneficia del cloruro de sodio para la producción de jabones, detergentes o champús. En el sector cerámico es habitual utilizarlo para mejorar el proceso de floculación y para solucionar problemas de suspensión de los esmaltes. Destacamos también los usos del cloruro de sodio en el sector textil para fijar las tintas en la tela.
5 mitos acerca de la reducción del consumo de cloruro de sodio
Ahora que ya sabemos qué es el cloruro de sodio, su fórmula y para qué sirve, vamos a conocer 5 ideas erróneas acerca de la reducción del consumo del cloruro de sodio según la Organización Mundial de la Salud.
- La disminución del cloruro de sodio es nociva para la salud.
Como hemos comentado, es muy difícil consumir muy poco cloruro de sodio ya que, aunque no añadas sal a los platos, este ya está presente de forma natural en los alimentos cotidianos.
- Los alimentos sin cloruro de sodio no tienen sabor.
Puede ser cierto al principio debido a que las papilas gustativas se habitúan a sabores intensos. No obstante, con el paso del tiempo y a medida que se vayan acostumbrando, aprenderás a apreciar el sabor natural de los alimentos.
- La sal marina es mejor que la refinada porque es natural.
El origen de la sal es irrelevante ya que el causante de los problemas de salud es el sodio en cantidades elevadas.
- Cuando hace calor y hay humedad, debido a la mayor transpiración necesitas ingerir más cloruro de sodio.
El sudor contiene poco cloruro de sodio y, por tanto, no es necesario consumir más. Sin embargo, sí que es importante beber mucha agua.
- Solo las personas con más edad se deben preocupar por la cantidad de cloruro de sodio que consumen.
El hecho de consumir demasiado cloruro de sodio puedo aumentar la tensión arterial a cualquier edad.
¿Cómo reducir el cloruro de sodio en la alimentación?
La mejora de los hábitos alimentarios es responsabilidad de la sociedad y del individuo. Te dejamos algunos consejos de la Organización Mundial de la Salud para reducir el consumo de cloruro de sodio en el hogar: no agregar sal durante la cocción de los alimentos, evitar poner saleros en la mesa, disminuir el consumo de tentempiés salados y escoger productos hiposódicos, es decir, bajos en cloruro de sodio.
En conclusión, el cloruro de sodio es un compuesto químico presente en nuestras actividades cotidianas e incluso en muchas industrias. Su consumo es necesario para nuestro organismo, pero debido a los cambios de hábitos alimentarios muchas veces se consume de forma excesiva.