13.04.2023 | Química y lifestyle
Ciencia y deporte: más cerca de lo que crees
¿Cómo es posible que los deportistas estén constantemente batiendo marcas? Gran parte de sus mejoras tienen que ver con los avances químicos en el deporte. Por este motivo, hemos redactado este artículo con algunos de los avances químicos que demuestran cómo la evolución de la ciencia y el deporte siempre han ido y van de la mano. ¡No te lo pierdas!
El rol de la ciencia en el deporte
Practicar deporte ayuda a mejorar la atención, trabajar en equipo e incluso aumenta la confianza en uno mismo. Aunque de forma menos visible, junto al deporte siempre camina la ciencia, que se ocupa de conseguir una mayor seguridad y mejor técnica de los deportistas.
Los nuevos materiales utilizados en el equipamiento deportivo están permitiendo que cada vez se puedan alcanzar picos más altos, explorar zonas más profundas del mar o que actividades deportivas habituales como ir en bici sean más accesibles para todo el público.
Ejemplos de química en el deporte
Para que entiendas de forma sencilla cómo los avances químicos han influido en tus deportes favoritos, hemos resumido en tres grupos algunos ejemplos de la química en el deporte: la ciencia y el deporte marino, la ciencia y el deporte con balón y la ciencia y el deporte sobre ruedas.
Ciencia y deporte marino
Una de las actividades acuáticas más practicadas es el submarinismo. Para poder realizar este deporte con seguridad, la ciencia y, en especial, la química han tenido mucho que ver.
El material necesario para realizar esta actividad consiste en: una o dos botellas de aire comprimido, un neopreno, bloques de plomo y chaleco salvavidas. Aunque todos los accesorios son necesarios, uno de los más destacados debido a su importancia para poder respirar, son las bombonas. Y es que, contrariamente a lo que mucha gente piensa, las bombonas tienen poco oxígeno. Concretamente tan solo el 32% es oxígeno. El resto se trata de nitrógeno.
Llegados a este punto te estarás preguntando por qué inhalamos tanto nitrógeno cuando estamos sumergidos, pero realmente no hay tanta diferencia respecto al aire que respiramos habitualmente. De hecho, ¿sabías que el aire está compuesto de un 78% de nitrógeno y apenas un 20% de oxígeno?
Por otro lado, en el caso del submarinismo hay que tener en cuenta una importante ley científica: la Ley de Henry. Aplicando esta ley al buceo vemos que, a una mayor profundidad nuestro cuerpo es capaz de absorber fácilmente los gases, debido a la mayor presión del agua. Sin embargo, se tienen que ir haciendo paradas de seguridad tanto al descender como al ascender bajo el mar. Es especialmente importante, al terminar la inmersión, ir acostumbrando el cuerpo poco a poco a la disminución de la presión. El motivo es que durante la inmersión el nitrógeno se habrá ido disolviendo en la sangre, por lo que necesitamos darle tiempo para que vaya eliminándolo. En caso contrario, las moléculas del gas se liberarían bruscamente formando burbujas y, por lo siguiente, ocasionarían daños en nuestro cuerpo.
Más deportes acuáticos con química
Otros deportes de agua como el surf, windsurf o paddle surf utilizan materiales completamente sintéticos. Sin ir muy lejos, el recubrimiento de las propias tablas suele consistir en espuma dura junto con resina formada a base de acrilonitrilo-butadieno-estireno (ABS), un polímero termoplástico caracterizado por ser resistente a los golpes.
Como ves, los avances químicos en el deporte no son pocos y han conseguido que incluso surjan deportes nuevos, como los arriba mencionados.
Ciencia y deportes con balón
Existe una lista interminable de deportes en los que se utiliza la pelota. No obstante, en España el deporte más seguido es sin duda el fútbol. Por ello no podíamos dejar pasar este artículo sobre la ciencia y el deporte sin hablar de los avances químicos aplicados al balón de fútbol.
Hasta hace relativamente poco, los balones que se utilizaban en el fútbol estaban hechos de cuero, lo que los hacía poco elásticos. Además, entre sus desventajas, absorbían mucha agua, por lo que su peso y forma variaba durante el partido. Actualmente los materiales que se utilizan son:
- En el exterior del balón: se usa poliuretano, una especie de cuero sintético que asegura una alta resistencia frente al desgaste y la abrasión del balón.
- En el interior del balón: se utiliza caucho butilo, que se encarga de retener el aire.
Gracias a estos materiales químicos se consigue aumentar la seguridad durante el juego y una mejora de la técnica de los jugadores. De hecho, hay balones en los que la capa de poliuretano contiene diminutas burbujas de aire, lo que aporta una mayor elasticidad al balón.
Otros deportes de balón con química
La ciencia no solo ha influido en este deporte. Por ejemplo, también ha permitido crear bolas más aerodinámicas en el golf o con mayor resistencia en el tenis. Otro avance químico que marcó un antes y después en la ciencia en el deporte fue la evolución de las raquetas. Hasta los años 80 las raquetas de tenis eran de madera, pero con los avances químicos en el deporte se empezaron a utilizar otros materiales como la fibra de vidrio, fibra de carbono o grafito.
Ciencia y deporte sobre ruedas
Si en el apartado anterior sobre la ciencia y el deporte con balón hemos hablado del fútbol, en este apartado sobre deportes sobre ruedas, no podíamos dejarnos el ciclismo. Y es que, aunque a primera vista puede parecer que la química no ha influido mucho en la evolución de este deporte, esta percepción es totalmente errónea.
Uno de los aspectos más relevantes de una bicicleta es su peso. A pesar de su importancia, hace tan solo 40 años que se empezó a sustituir los materiales pesados por materiales sintéticos. La ligereza de materiales como la fibra de carbono para el cuadro de la bicicleta llevó a una rápida sustitución de materiales tradicionales como el acero.
Otra de las aplicaciones de la química en el deporte se encuentra en el sillín. Con el objetivo de mejorar la comodidad del ciclista se decidió recubrir los sillines con gel de elastómero, consiguiendo que el peso del ciclista se repartiese de forma más uniforme.
La química y el deporte en la salud
Ahora que ya conoces algunos ejemplos de la química en el deporte y cómo esta ha influido en su evolución, te interesará saber que nuestro cuerpo, como si de un laboratorio se tratase, está constantemente realizando reacciones químicas. Por ejemplo, si tras correr una carrera sientes una gran fatiga en los músculos de las piernas, esto se debe a que liberamos ácido láctico, un compuesto químico que se forma cuando la energía demandada para terminar la carrera supera nuestro límite de rendimiento.
La parte buena de sensaciones como esta es que nuestro cuerpo nos avisa cuando hacemos “esfuerzos” a los que no estamos acostumbrados. En caso contrario, podríamos morir de agotamiento. Además, como ya te hemos adelantado al principio del artículo, practicar deporte libera hormonas de la felicidad, las cuales nos proporcionan sensaciones positivas en la mente.
Una vez más la química tiene un papel crucial en nuestro día a día, haciendo que el ser humano pueda sobrepasar sus limites deportivos gracias a la ciencia.