16.11.2022 | Química y lifestyle
Feromonas: la comunicación química de los gatos
Tanto si tienes un gato de mascota como si no lo tienes, seguramente hayas oído hablar de las feromonas, unas sustancias químicas que generan las personas y los animales de forma natural y que son capaces de modificar el comportamiento del individuo que las percibe.
En este artículo nos vamos a centrar en las feromonas de los gatos, que nos resolverán preguntas como: ¿por qué los gatos arañan los muebles? o ¿por qué se frotan con las piernas de tus invitados?
Feromonas: la clave de la comunicación química
Lo primero que tienes que saber es que las feromonas son unas sustancias químicas que generan todos los seres vivos. En el caso de los gatos, su objetivo es transmitir información entre estos, como si se tratase de una especie de “comunicación de los gatos”.
Este tipo de comunicación química únicamente puede ser interpretada entre animales de la misma especie, es decir, solo los gatos son capaces de descifrar la información que se transfiere a través de las feromonas.
Tipos de feromonas
Las feromonas se difunden mayoritariamente por el aire, aunque también se pueden transmitir por contacto directo. El hecho de que se identifiquen con el olfato hace que ningún obstáculo pueda evitar que llegue a su receptor y, por lo tanto, el alcance de las feromonas es bastante elevado. A esto se suma que el olor es imperceptible para el resto de los seres vivos.
Ahora que ya sabes qué son las feromonas, vamos a conocer los tipos de feromonas que tienen los gatos según la situación que experimentan y sus respectivas funciones.
Feromonas territoriales
¿No encuentras la explicación de por qué a los gatos les gusta arañar los muebles u orinar por el hogar? La culpable de estos destrozos es este tipo de feromona, con la que el gato trata de marcar su territorio. En este caso, se suele hallar entre los dedos de las patas o en la orina.
Feromonas de alarma
Este tipo de feromona es emitida por el gato cuando se encuentra en situaciones de estrés o miedo. Su objetivo es indicar que el animal está sufriendo estas emociones.
Las feromona de alarma se encuentran en las glándulas sudoríparas de las patas.
Feromonas apaciguadoras
El tercer tipo de feromona es la de apaciguamiento. Esta feromona se produce a través de las mamas de las gatas y las transmiten cuando amamantan a sus crías para lograr que se sientan seguras y relajadas.
Feromonas sociales
¿Sabes por qué los gatos se frotan entre las piernas de las personas? Con la frotación, el gato trata de marcar a los individuos y objetos con una feromona que le resulte familiar y así, identificar a los individuos de su grupo social o aquello que percibe como suyo.
Feromonas sexuales
Por último, como puedes intuir, este tipo de feromona es la que se segrega cuando los gatos quieren copular. Su transmisión se realiza a través de la orina o secreciones sexuales.
Otros tipos de feromonas
Otra forma de clasificar los tipos de feromonas es según su mecanismo de acción. Se pueden clasificar en tres tipos:
- Feromonas desencadenantes. El gato receptor actúa inmediatamente cuando las percibe.
- Feromonas cebadoras. En este caso, el gato necesita varios días para que cambie su conducta. El motivo es que este tipo de feromonas inicia una serie de reacciones fisológicas en los gatos, por lo que se necesita cierto tiempo para que se produzca su efecto.
- Feromonas señaladoras. A diferencia de los dos tipos de feromonas anteriores, se transmite información acerca del gato emisor.
¿Feromonas naturales o sintéticas?
Debido a que los gatos son animales muy territoriales, los cambios en su entorno les pueden suponer situaciones de estrés o miedo. Para ayudarlos en esos momentos, además de las feromonas que ellos mismos segregan, también existen las feromonas comerciales.
Las feromonas sintéticas son sustancias similares a las que producen los gatos que se usan para que se sientan más seguros o reducir su estrés. Existen diferentes formas de uso, desde inyecciones a ambientadores, que difunden un olor solo identificable por los gatos.
La comunicación química en animales
Como hemos comentado al principio del artículo, todos los seres vivos ejercen cierta comunicación química. Un ejemplo de ello son las mariposas, que gracias a las feromonas son capaces de detectar el olor de la hembra incluso a 20 km de distancia.
La comunicación química de las abejas también es muy interesante. Estas segregan feromonas, una de cuyas funciones es reconocer quién es la abeja reina o dónde crear una colmena. Por esta razón, muchos apicultores usan las feromonas de la reina para atraer abejas a un enjambre.
Otro ejemplo de comunicación química en animales son las hormigas. Este insecto posee glándulas que transmiten feromonas al exterior. Con las feromonas las hormigas tratan de comunicarse información como: cuál es el camino para llegar a la comida, hasta dónde se extiende una colonia o quiénes la integran.
De nuevo la química nos ayuda a comprender el universo que nos rodea e incluso a ¡nuestras mascotas felinas!