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Carboximetilcelulosa: ¿para qué sirve y cómo usarla en la industria cerámica?

15.09.2022 | Tendencias del sector químico

Carboximetilcelulosa: ¿para qué sirve y cómo usarla en la industria cerámica?

Es cierto que la palabra “carboximetilcelulosa” puede asustar un poco pero, si trabajas en la industria cerámica, seguro que no podrías vivir sin la la CMC para cerámica. A pesar de su largo nombre la carboximetilcelulosa o CMC es indispensable para numerosas industrias y aplicaciones. En este artículo nos centraremos en su papel en el sector cerámico, te explicaremos para qué sirve y te daremos consejos para utilizarla.

¿Qué es la carboximetilcelulosa?

La carboximetilcelulosa sódica, o como se conoce más habitualmente, la CMC, es un compuesto orgánico que deriva de la celulosa. Está compuesto por grupos carboximetil, que se enlazan a algunos grupos hidroxilo. A diferencia de la celulosa, la carboximetilcelulosa es soluble y se disuelve rápidamente en agua fría.

Carboximetilcelulosa (CMC): propiedades físicas y químicas

La carboximetilcelulosa suele presentarse en formato de polvo granular de color amarillento o blanquecino.

Debemos el extendido uso de la carboximetilcelulosa a sus buenas y versátiles propiedades. Entre ellas destaca especialmente su carácter hidrofílico, el que le permite ser soluble en agua. Cuando se mezcla con el agua, forma un gel estable de carácter aniónico.

Por otro lado, la CMC tiene un fuerte comportamiento adhesivo, aporta viscosidad y buenas propiedades para formar films.

Carboximetilcelulosa: ¿para qué sirve?

Gracias a las propiedades mencionadas, la carboximetilcelulosa se utiliza como espesante, estabilizante, ligante y mucho más en numerosas industrias. En la industria cerámica cumple con algunas funciones básicas pero muy necesarias.

En la industria cerámica se utiliza como ligante para esmaltes y engobes. La CMC para cerámica actúa mediante la modificación de la reología y la cohesión entre partículas de los esmaltes.

Además, ayuda a proteger el esmalte y facilitar su aplicación. Esto ocurre porque al disolverse en agua modifica la viscosidad, por lo que en estos casos la carboximetilcelulosa también puede actuar como espesante.

Por último, la carboximetilcelulosa también puede actuar como dispersante. Esto se debe a su interacción con las partículas de esmalte en suspensión, a las que les aporta una estabilización estérica.

Antes de continuar, es necesario apuntar que, así como la CMC se utiliza en el caso de engobes y esmaltes, cuando hablamos de pasta cerámica los elegidos son los ligantes temporales. Estos productos mantienen las partículas cohesionadas durante el proceso previo a la cocción.

Consejos para usar la CMC en cerámica

A la hora de aplicarla, debes tener en cuenta que el uso de CMC para cerámica puede tener varias consecuencias. Las dos más importantes son:

  • CMC de baja viscosidad: la carboximetilcelulosa proporciona una leve acción fluidificante que reduce en menor medida los tiempos de secado.
  • CMC de alta viscosidad: también aumenta la fuerza antisedimentante y ralentiza más los tiempos de secado

También hay que tener en cuenta que, los aumentos de temperatura provocan una pérdida de la viscosidad del gel formado por la carboximetilcelulosa y el agua.

Nuestras CMC para cerámica

En Zschimmer & Schwarz ofrecemos una amplia gama de CMC para cerámica. Bajo las familias OPTAPIX C y OPTAPIX CF encontrarás carboximetilcelulosa en diferentes purezas y viscosidades, de modo que se adapte perfectamente a las necesidades de tu producto y proceso de producción.

Si buscas una calidad extra también puedes optar por nuestros sistemas ligantes, una solución optimizada que combina aditivos reológicos y ligantes. Gracias a estos sistemas ligantes, obtendrás una superficie de esmaltado lisa y uniforme incluso en los esmaltados más difíciles, como las superficies inclinadas y verticales.

Para acertar con el producto elegido es necesario analizar cuidadosamente cada caso y realizar pruebas de laboratorio. Desde Zschimmer & Schwarz ponemos a tu disposición a nuestro equipo técnico para que evalúe tus requerimientos y necesidades. Gracias a ello podemos ofrecerte una solución a medida.







La carboximetilcelulosa en otras industrias

Como te explicábamos al principio del artículo, la CMC no solo se utiliza en la industria cerámica. Otros sectores también aprovechan sus versátiles características.

Por ejemplo, la carboximetilcelulosa es un producto muy extendido en la fabricación de productos de limpieza. En este caso, se incluye en la fórmula de los detergentes para impedir que la grasa vuelva a depositarse en los productos textiles tras su lavado.

Por otro lado, en el sector agrícola la CMC tiene usos variados. Entre ellos, como suspensivante en pesticidas y sprays o para facilitar la unión del producto a las hojas de las plantas. También es un producto habitual en la industria papelera, donde, entre otros usos, ayuda a reducir el consumo de productos como la cera o la tinta porque disminuye su penetración en el papel.

Otras industrias en las que el uso de la carboximetilcelulosa es importante son la cosmética, la textil, la farmacéutica o incluso el sector alimentario. Aunque te sorprenda, la CMC incluso se utiliza en la producción de helados, en los que actúa como estabilizante.

Como puedes ver, a pesar de su complicado nombre, la carboximetilcelulosa está más cerca de lo que imaginas y forma parte de muchos de los productos que usas cotidianamente.

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