El color de la química: ¿qué es el color y cómo lo percibimos?

¿Sabías qué el color no es más que una percepción visual? Podríamos decir que los colores que vemos no existen más allá de en nuestro cerebro. Entonces, ¿por qué vemos color en todo lo que nos rodea? Su existencia se debe a que en los objetos se reflejan los rayos de luz con diferentes longitudes de onda. En función de esta, nuestro ojo percibe unos colores u otros. Sigue leyendo si quieres saber qué es el color y qué tiene que ver con la química.

Los colores siempre han sido una parte intrínseca de la naturaleza pero, con el paso del tiempo, gracias a la ciencia y en concreto a la química, se ha conseguido crear una gama extensa de colores. Además, actualmente podemos aplicar el color  en el lugar que más nos guste, como hacemos al teñir la ropa o imprimir fotografías a color.

¿Qué es el color?

Para comprender qué es el color primero debemos conocer qué es la luz. La luz es un conjunto de radiaciones electromagnéticas que se propagan mediante unas partículas llamadas fotones. Como hemos comentado más arriba, la luz puede tener diferentes longitudes de onda.  Por otro lado, los objetos que vemos, en función de su composición y estructura química, absorben algunas longitudes de onda y reflejan el resto. Cuando nosotros vemos un objeto de determinado color es porque vemos la luz que está reflejando.

Podemos encontrar muchos tipos de radiación electromagnética pero, en el caso de los seres humanos, tan solo podemos ver una parte. Es la que conocemos como el espectro visible. De esta pequeña porción del espectro se origina toda la gama de colores que conocemos.

Por tanto, podemos afirmar que el color es una propiedad de la materia que requiere de la luz para ser percibida. En la oscuridad, cuando no hay luz, el color no existe.

Historia del color y de la química

Ya durante el Paleolítico se usaba la química para trabajar el color. Uno de los primeros tratamientos del color consistió en usar el fuego para modificar los pigmentos procedentes de plantas o minerales y, de este modo, pintar en las cuevas. Otro avance en la historia del color y de la química es la creación, por parte de los egipcios, de un pigmento llamado azul egipcio. Este estaba formado por silicato de calcio y cobre. Una de sus particularidades más llamativas es que utilizaba la arena del desierto como fuente de calcio.

La Revolución Industrial supuso un progreso histórico debido a que desde entonces el sector textil ha estado ligado al sector químico, debido especialmente a la posibilidad de teñir los tejidos.

Con el paso de los años hasta la actualidad, los químicos siguen investigando nuevas sustancias y compuestos para crear nuevos colores y mejorar su aplicación.

Teoría del color: ¿cómo se generan los colores?

La teoría del color nos explica cómo se originan los colores. Su historia tiene relación con el círculo cromático diseñado por Isaac Newton. A través de un prisma, Newton se percató de que la luz del Sol que atravesaba el prisma se descomponía en colores. Newton llegó a la conclusión de que la luz solar contenía rayos con diferente reflectividad y que, cuando se observaban por separado, se podían identificar colores. Hoy en día esta teoría del color ha evolucionado en dos modelos: la síntesis aditiva y la síntesis sustractiva.

Teoría del color: síntesis aditiva

Este modelo es el que responde a los colores producidos por las luces. Por ejemplo, las pantallas. En estos casos, todos los colores del espectro se obtienen a partir de la combinación de los tres colores primarios: el rojo, verde y el azul. Cuando se combinan dos colores primarios a partes iguales se obtienen los colores secundarios, que son el cian, el magenta y el amarillo. Además, al combinar los tres colores primarios se genera el blanco.

Teoría del color: síntesis sustractiva

Cuando hablamos de síntesis sustractiva, nos referimos a la obtención de colores a través de mezclas de pigmentos. Por lo tanto, este modelo es el que rige cuando hablamos de sustancias tangibles, como la tinta. Como ya hemos explicado, en esta situación vemos el color que está reflejando el objeto. En estos casos, la mezcla de los tres colores primarios da lugar al color negro.

¿De qué color es el cielo?

Seguramente te habrás preguntado más de una vez de qué color es el cielo. La atmósfera terrestre es una mezcla de nitrógeno, oxígeno, argón y vapor de agua. También podemos encontrar en suspensión partículas de polvo o ceniza, entre otros.

Cuando la luz penetra en la atmósfera y se encuentra con algún grano de polvo pueden suceder dos cosas. En el caso de que las partículas sean grandes actuarán como espejos y reflejarán la luz, pero sin modificar el color. En cambio, en caso de que el polvo sea muy fino, al chocar con él puede absorber la luz y dispersarla. Normalmente, esto sucede con aquellas ondas cortas que corresponden al color azul. Por tanto, cuando la luz del Sol atraviesa la atmósfera la mayor parte de la luz roja, naranja y amarilla, que tienen longitudes de ondas largas, pasan sin ser alteradas. Como resultado, cuando miramos el cielo vemos la luz dispersada, que es azul.

Las sensaciones de los colores

Ahora que ya sabemos qué es el color y qué relación tiene con la química podemos dar un paso más y ver cómo nos afectan los colores.

Dentro de la teoría del color podemos hablar de la psicología del color. Nuestros ojos por sí solos no son capaces de ver. Para ello es necesario un área específica en el cerebro conocida como lóbulo occipital. La conexión con esta región del cerebro hace que los colores puedan hacernos sentir enérgicos, relajados o incluso que nos transmitan frío o calor. Además, hay que tener en cuenta que la percepción del color es un proceso subjetivo que varía según factores socioculturales.

Como has podido comprobar, ¡la química nos permite darle color a la vida!